Incubadora para la observación de aves.
El proyecto que presentamos para Galicia 2020 consiste en una incubadora realizada principalmente con materiales recuperados de antiguos ordenadores que ya no se usaban.
Podemos hablar de dos objetivos básicos: El primero es conseguir que los pollitos llenen el gallinero que tenemos en el pueblo de Santa Comba, cerca de Lugo. Hasta ahora hemos estado comprando los pollos pero vimos que podíamos criarlos nosotros mismos sin tener que comprarlos.
El segundo objetivo es observar cómo se desarrollan los huevos fertilizados y cómo se desarrolla el ave dentro del huevo. Para ello, contamos con dos herramientas fundamentales: un pequeño microscopio portátil que se puede conectar directamente al ordenador o un dispositivo móvil y una webcam para poder seguir la evolución desde casa.
La incubadora es una máquina robótica. Un sensor de temperatura controla que no baje de los 34 grados y que no supere los 38. La temperatura ideal, por lo que pudimos entender, es de 36 grados en promedio.
Los huevos tardan 21 días en madurar y convertirse en polluelos. Si tenemos suerte podremos verlos nacer antes de Navidad.
El dispositivo consta de varios dispositivos que funcionan automáticamente.
Tiene un motor de 12 voltios que hace girar los huevos lentamente simulando el proceso natural que realiza la gallina. Si no se daban la vuelta, los pichones nacerían con malformaciones o simplemente no saldrían adelante.
También cuenta con una lámpara de bajo consumo que da suficiente calor para elevar la temperatura al nivel deseado en unos minutos.
Un tercer elemento imprescindible es el microcontrolador programable, que permite mantener la temperatura deseada, y que enciende y apaga la lámpara en función de la temperatura registrada por la sonda. Por último, nuestra incubadora artesanal cuenta con un sistema de ventilación que evita el estancamiento del aire y además distribuye la humedad necesaria para que los huevos no mueran de sequedad.