Os presentamos el lema de este nuevo curso 2023-24: “La Palabra permanece para siempre” (cf. Is 40, 8).
La “Palabra” es fundamental en nuestra acción educativa ya que la transmisión de los conocimientos y de la fe son la razón de ser de nuestros colegios diocesanos.
La propuesta cristiana surge con toda su fuerza en la Persona de Jesús, a quién proponemos como “Palabra” que se hizo carne, como seguridad en medio de nuestras vacilaciones y dificultades.
Desde nuestros colegios diocesanos tratamos de generar personas cristianas capaces de comprender y vivir en el mundo de hoy, dando respuesta a las preguntas existenciales y sosteniendo todo aquello que es importante para el ser de la persona.
La tarea educativa es un ejercicio de transmisión de conocimientos, de ideas, de palabras que procuran el aprendizaje en el otro para que cada alumno sea capaz de generar de manera crítica un discurso, una posición ante la vida y el mundo, asumiendo la responsabilidad y la libertad que le son propias al ser humano.
La Palabra de Dios, la educación, siempre queda en nosotros como una raíz que no se ve, pero que está, que es semilla de un fruto que se recogerá a posteriori.
En la imagen se representa una de las puertas laterales de la Basílica de la Sagrada Familia en Barcelona. En ella se expresa el texto de la Pasión, con algunas palabras destacadas, como es la de Jesús en el centro de la imagen porque Jesús es el centro de nuestra vida (personal, del colegio, familiar etc.), es la Palabra que permanece en nosotros.
La educación da paso en la vida de los alumnos y de las familias a las distintas etapas que se van manifestando a través de infantil, primaria, secundaria, bachillerato y formación profesional.
Los alumnos crecen, empleando estas puertas que se abren ante sus pasos decisivos y que nosotros los acompañamos como un signo inequívoco de nuestro ser como colegios diocesanos.
